La tercera generación de la familia Marín toma las riendas del grupo CESTE con la mirada puesta en el futuro

La entrada de las dos nuevas directivas supone un cambio de etapa en el que se pretende seguir avanzando y reforzando los servicios educativos, manteniendo los valores característicos de la empresa

Cecilia Marín y Pilar Sarasa conforman la 3ª generación al mando del Grupo CESTE.

Cecilia Marín y Pilar Sarasa conforman la 3ª generación al mando del Grupo CESTE. / SERVICIO ESPECIAL

Desde sus comienzos, la familia Marín ha tenido un objetivo muy claro: brindar a las personas una educación completa y de calidad. Así es como surgió hace más de 90 años el Colegio Sagrada Familia de Zaragoza. Varios años después, a raíz de la preocupación de las familias por la formación de sus hijos en el ámbito empresarial, surgió en 1988 CESTE, la primera Escuela de Negocios de Aragón. Por último, en 2003 se creó el tercer centro que completa el grupo, la Fundación CESTE, con el objetivo de acercar la formación a personas en riesgo de exclusión social. Además, tanto el colegio como la escuela de negocios se encuentran ahora en pleno proceso de matriculación.

Los tres centros conforman una oferta educativa completa que va desde el primer año de edad hasta la formación universitaria. Además, todos están conectados y se guían por unos valores muy similares, en los que sin duda destacan la innovación, la digitalización, el compromiso y la tolerancia. Otro de los sellos de su identidad es la cercanía. Al ser una empresa familiar, el trato cercano y la vocación son principios que han estado desde el inicio del proyecto y han pasado de generación en generación.

Una generación liderada por mujeres

Hoy en día ya van por la 3ª generación de la familia Marín ocupando puestos de responsabilidad en el Grupo. Esta nueva generación la forman, por un lado, Cecilia Marín, directora de Comunicación en CESTE, Colegio Sagrada Familia y Fundación CESTE. Por otro lado, Pilar Sarasa, actual directora del colegio Sagrada Familia.

Esta entrada ha supuesto “una apuesta por el futuro y un punto de partida hacia la versión 3.0 del grupo”, afirma Cecilia Marín. Una mirada más fresca y moderna, pero siempre “en línea con los valores y el propósito de la empresa, aportando en esa línea y añadiendo nuestra esencia”.

Ambas directivas afirman estar ilusionadas con esta nueva etapa, con muchas ganas de avanzar y mejorar tanto el colegio como la empresa familiar. “Me siento muy orgullosa del trabajo de toda la familia. Soy consciente de la responsabilidad y el compromiso que implica este legado, pero a su vez de la tarea tan bonita que tanto Cecilia como yo tenemos entre manos”, comenta Sarasa, la directora del colegio. 

El patio azul y otras instalaciones del Colegio Sagrada Familia.

El patio azul y otras instalaciones del Colegio Sagrada Familia. / SERVICIO ESPECIAL

La entrada de dos mujeres en puestos directivos marca una nueva era en la empresa en la que se pretende dar aún más visibilidad al papel de la mujer. En la familia Marín, cuenta Cecilia, las mujeres siempre han tenido roles importantes, igual que los hombres, y eso es lo que se está aplicando ahora a la empresa. Por su parte, Pilar asegura que “es clave darle voz y visibilidad a la mujer en el mundo empresarial y en los cargos directivos”. Ambas directoras tienen claro que para que la sociedad pueda avanzar “se debe dar más importancia a la figura femenina en la empresa”.

Valores que marcan la diferencia

Con los años, la empresa ha ido creciendo y evolucionando, por lo que también ha tenido que adaptarse a la innovación tecnológica con la que hoy convivimos e implantarla en los modelos educativos. Su objetivo siempre ha sido mantener la esencia del principio, pese a los cambios. Una esencia que va marcada por una serie de valores que han definido siempre estos centros educativos.

La directora de comunicación cuenta que los valores del Grupo CESTE sobre todo giran en torno a dos conceptos. El primero, valorar la enseñanza, ya que para ellos “es muy importante aportar una formación de calidad que realmente ayude a las personas a crecer”. Por otro lado, la cercanía y familiaridad con la que tratan a los alumnos, “para saber entenderlos y poder ayudarlos a enfocar mejor su aprendizaje”.

Por otra parte, Pilar Sarasa, afirma que en el Colegio Sagrada Familia promueven una serie de valores enfocados en lograr un modelo de persona que desarrolle aptitudes relacionadas con potenciar la creatividad, fomentar el trabajo personal, descubrir su vocación, el desarrollo afectivo social, el sentido de justicia, amor y respeto por la naturaleza o solidaridad. 

Sin duda, también le dan un papel muy importante a la innovación, ya que dentro del ámbito educativo “es fundamental seguir avanzando hacia modelos pedagógicos basados en la investigación”, señala Sarasa. Gracias a los avances técnicos se conoce cada vez mejor el cerebro y su funcionamiento y eso ayuda al personal docente a desarrollar estrategias de enseñanza efectivas en las que además puedan incluir el uso de la tecnología como una de las competencias a desarrollar en el periodo de aprendizaje.

Una oferta educativa completa, desde infantil hasta la universidad

La oferta del grupo contempla todas las etapas académicas, desde el primer año de vida hasta los estudios superiores, con aulas de Infantil, educación Primaria, Secundaria, Bachillerato, Formación Profesional y grados universitarios, masters oficiales (a través de la adscripción de CESTE a la University of Wales Triniti Saint David) y títulos propios, formación ejecutiva y certificada. En este camino, el personal del Colegio Sagrada Familia y de CESTE acompaña a los alumnos en cada paso que dan desde que son niños hasta que son adultos, lo que les da la oportunidad no sólo de formarlos académicamente sino de educarlos en valores y formarlos como personas

Modelo universitario británico

Desde la fundación del colegio, el proyecto educativo que se ha implantado ha estado basado en la pedagogía constructivista, una metodología de enseñanza que requiere que el alumnado lleve a cabo un aprendizaje activo, convirtiéndose en protagonista de su propio proceso. “Que el alumno se involucre en primera persona hace que la educación sea más eficaz y motivante”, señala Sarasa.

En estas cuestiones se basa el modelo universitario británico, implantado en CESTE, en “ser prácticos, poner al estudiante en el centro del proceso de aprendizaje y cubrir las necesidades de formación que tienen las empresas”, añade Marín. En este modelo se da mucha importancia a la práctica como herramienta para aprender. “En la actualidad, CESTE tiene como lema learning by doing, ya que somos fieles defensores de lo beneficioso que es aprender haciendo”.

Educación en valores y crecimiento personal

Un objetivo primordial de CESTE es “educar a la persona para que descubra sus habilidades, e intentar que se sienta capaz de enfrentarse a todo tipo de situaciones y escenarios futuros”. Para ello, cuentan con un personal docente y no docente muy comprometidos con el ideario y los valores del centro. “En nuestro colegio somos una gran familia”, apunta la directora.

Para llevar a cabo una formación integral y educación en valores es fundamental “la educación sobre los derechos humanos y los derechos del niño, basándose en una cultura de paz y no violencia”. Destacan también por ser una escuela Unesco, promotora de la salud y ser la primera escuela TEI (Tutorías entre Iguales) en Aragón para prevenir el acoso escolar, además de colaborar con diversos proyectos solidarios con diversas oenegés e instituciones sociales. “Todos estos proyectos enriquecen el currículum formativo y son el esenciales en el desarrollo integral de la persona”, asegura Pilar Sarasa.

Todo lo que CESTE puede ofrecer

Desde CESTE y el Colegio Sagrada Familia están atentos a las necesidades y cambios que van surgiendo en las familias y los alumnos para poder adaptarse de la mejor manera posible y ofrecer los servicios que mejor se amolden a sus demandas. Las sinergias entre el grupo de empresas les permiten sacar actividades potentes como la extraescolar de idiomas del colegio, que se gestiona desde Idiomas CESTE

Entrada al edificio de CESTE, Escuela Internacional de Negocios.

Entrada al edificio de CESTE, Escuela Internacional de Negocios. / SERVICIO ESPECIAL

Residencia Safa-Casablanca

A los estudiantes internacionales se les ofrece la posibilidad de alojarse en la Residencia Universitaria Safa-Casablanca. Este espacio comenzó siendo un colegio mayor, después pasó a ser un internado y finalmente se habilitó como residencia de estudiantes para cubrir las necesidades de los alumnos internacionales de CESTE, aunque cada vez se acogen más personas ajenas al Centro Universitario.

“Como una empresa más del centro, se valora mucho el trato con los residentes. Buscamos su comodidad, convivencia y cuidado de servicios para que se sientan acogidos como lo haríamos con cualquier amigo”, explica Cecilia Marín”.

Becas y ayudas

Para facilitar el acceso a los centros, el grupo ofrece una serie de becas y ayudas que pueden interesar a las familias. “Nuestros abuelos fueron defensores de hacer accesible una educación de calidad”, cuenta la directora de comunicación.

Por esa razón se creó la Fundación CESTE. Esta tiene como propósito acercar la formación para facilitar la inserción social y laboral de las personas que no lo han tenido fácil en su vida. Igualmente, desde la administración de los centros Safa y CESTE también se difunden ayudas económicas que pueden ser de interés para los estudiantes y sus familias, con el objetivo de que todo el que quiera pueda acceder a esta formación. 

El valor de formarse en un centro referente en Aragón

El grupo CESTE, con sus tres centros de referencia, está en constante evolución y cambio. Las nuevas incorporaciones de la 3ª generación de la familia, mujeres fuertes y decididas, han llegado para quedarse y aportar un soplo de aire fresco a la organización y la metodología que se sigue en la empresa. Con una mirada más innovadora, su objetivo es seguir diferenciándose del resto de centros y ofrecer una oferta educativa completa.

Para ello, buscan diferenciarse primando siempre la calidad de la enseñanza y el valor de cada persona. Incorporar la innovación como parte del modelo y la identidad de los centros y haciendo que tradición y actualidad convivan como dos caras de la misma moneda. “Lo que nos mueve es la pasión por la enseñanza, poder formar y ayudar a las personas a crecer en todos los aspectos”, confirma Marín.