La crónica del UCAM Murcia-Casademont Zaragoza: tres minutos fatídicos (82-77)

El Casademont Zaragoza volvió a perder fuera de casa, pero esta no fue como las otras veces. El equipo aragonés compitió, peleó y tuvo opciones durante 37 minutos, pero los tres últimos minutos resultaron fatídicos. Un cúmulo de errores y pérdidas del conjunto aragonés dieron al traste con sus posibilidades de éxito en Murcia porque el UCAM lo aprovechó para sentenciar un duelo muy igualado (82-77). Así que la salvación matemática, la famosa victoria número doce, tendrá que esperar al menos unos días más, hasta el domingo. El equipo de Sito Alonso, por su parte, se mantiene en plena pelea por la cuarta posición.

El Casademont elevó sus prestaciones fuera de casa, aunque no resultara suficiente, a lomos de un imperial Bell-Haynes (24 puntos en 32 minutos y 35 de valoración de los 76 créditos colectivos), con buenos minutos de Yusta (15 puntos) y un Watt que, como casi siempre, va de menos a más y termina imparable los partidos. El rendimiento y el número de minutos de Bell-Haynes dejó sin minutos a Langarita y Cuevas porque el relevo del canadiense fue un Andronikashvili que mantuvo bien el tipo en el último cuarto. 

Bell-Haynes brilla en la derrota del Casademont en Murcia

La primera parte fue bonita y entretenida, de rachas en el marcador y en el juego, con un Casademont competitivo que no se fue del partido antes del descanso, como en otras ocasiones. El conjunto aragonés comenzó muy vertical en ataque, lo que le permitió producir tanto cerca del aro como a través de los tiros libres, y con una defensa zonal que colapsó la zona murciana -ni un balón por dentro- pero dejó demasiados tiros liberados para el UCAM. El equipo de Sito Alonso anotó los dos primeros pero luego falló cinco consecutivos que permitieron mandar en el marcador al Casademont. 

Al término de los diez primeros minutos el UCAM había lanzado 15 veces de tres y solo 7 de dos. Esa estrategia obligaba al Casademont a vivir del error local desde más allá del arco pero le permitió estar en partido y llevarse el primer cuarto (22-24) gracias también a un gran acierto ofensivo. El segundo parcial fue más de rachas. Primero con un 10-2 para el UCAM que le puso en ventaja y obligó a Fisac a pedir tiempo muerto (31-26 fue la máxima diferencia), luego con ocho puntos consecutivos de Bell-Haynes, seis de ellos desde el triple, para que tuviera que pararlo Sito Alonso (31-36 se puso el Casademont) y, por último, con la efervescencia de Ennis para volver a darle la vuelta al marcador (38-36). 

Un partido de rachas

Pero los tiros libres de Bell-Haynes permitieron al conjunto de Fisac llegar al descanso ligeramente por encima (38-40). El canadiense llevaba en el intermedio 16 de los 40 puntos de su equipo. El UCAM seguía apostando todo al triple con el doble de lanzamientos que de tiros más cercanos con 22 desde el 6,75 y 13 desde más cerca. El conjunto local no parecía acusar el cansancio de la Final Four de la Champions en una primera parte vistosa y rápida.

La segunda pareció comenzar igual, en esta ocasión con un parcial favorable al UCAM Murcia, pero con una diferencia. Ahora el conjunto murciano buscaba más las penetraciones y ser vertical hacia el aro, sacando faltas y tiros libres. Fisac tuvo que pedir tiempo muerto con una nueva máxima (50-44) tras un parcial de 12-4 en cuatro minutos. Además, lo que no llegó fue la racha del Casademont, que entre las pérdidas acumuladas y la mayor intensidad defensiva del rival, se quedó solo en trece puntos anotados en el cuarto y llegó al tramo decisivo con ocho puntos de desventaja (61-53).

El Casademont reaccionó bien, muy bien, al inicio del último cuarto y empató con un parcial de 0-8 y un mate de Watt que casi siempre se activa al final. Además, Andronikashvili tuvo buenos minutos muy vertical hacia el aro y el conjunto aragonés mantuvo el partido en un puño hasta los últimos tres minutos. Con 69-68 entró en ese momento fatídico en el que empezó a acumular pérdidas y errores que el UCAM Murcia aprovechó para sentenciar el partido en un visto y no visto llegando hasta los diez puntos de ventaja (78-68), la máxima de la tarde. 

Se resistió el Casademont, peleó hasta el último minuto para intentar levantarse una vez más, pero ya no tuvo tiempo de volver a reaccionar. El resultado fue el mismo que otras veces, pero las sensaciones fueron otras. El equipo estuvo en disposición de ganar pero tres minutos fatídicos le dejaron sin premio en Murcia.