Medio ambiente

La oposición quiere que el impuesto a las renovables impacte aún más en el territorio

La mayoría de las 213 enmiendas presentadas por los grupos se centran en que los ingresos vuelvan a los pueblos afectados y fomenten el autoconsumo

Parque de molinos de viento en La Muela.

Parque de molinos de viento en La Muela. / ÁNGEL DE CASTRO

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

La mayoría de las propuestas registradas se centran en que los ingresos futuros impacten todavía más en los pueblos afectados por la instalación de parques eólicos y fotovoltaicos. También se autoenmendó el Ejecutivo, conformado por PP, Vox y PAR, con 26 propuestas enfocadas al autoconsumo, además de otras de carácter técnico.

Todos los grupos, a excepción de PP y PSOE que lo harán hoy, explicaron las principales razones de sus enmiendas. En el caso de la oposición, 187 propuestas de correción se han registrado con la intención de que el tributo sea aún más finalista, se quede en los municipios afectados por la instalación y sirva para desarrollar esas zonas. Todo ello para que el impacto ambiental y visual, las dos afecciones principales que se quieren gravar con el tributo, llenen las arcas autonómicas y sirvan para dar soluciones a las zonas más afectadas por la implantación.

Teruel Existe, que siempre ha hecho del control de las renovables parte de su argumentario básico, señala que ese finalismo que buscan con su treintena de enmiendas sirva para «compensar los daños ambientales y territoriales localizados, así como para proteger las áreas de mayor calidad paisajística que no se deben incorporar al despliegue de renovables».

«Nuestras enmiendas quieren, fundamentalmente, apoyar al autoconsumo y a las comunidades energéticas, las grandes olvidadas de este proyecto de ley. Nuestra filosofía política pasa porque este nuevo impuesto tiene que servir para proteger, de forma efectiva, nuestro medio ambiente, nuestros paisajes y nuestro territorio: a la gente que vive en el medio rural aragonés», explicó el portavoz de Chunta Aragonesista, José Luis Soro. El grupo, el que más enmienas ha presentado con hasta 78 propuestas de corrección, destacó que aspiran a que el 15% de lo recaudado se destine al Fondo Aragonés de Solidaridad energética y otra enmienda que solicita medidas para desarrollar la hibidración energética.

En el grupo mixto, misma intención de que la mayor cantidad de los ingresos se queden en los pueblos. En Podemos, su portavoz Andoni Corrales señaló a las grandes instalaciones, aquellas que generan un mayor impacto, como objetivo prioritario al que aplicar el tributo, mientras que pretendía dar algún tipo de exención a los pequeños propietarios y a las comunidades energéticas.

Una línea defendida de manera similar por el portavoz de Izquierda Unida, Álvaro Sanz, que también apostó por la progresividad que reclamaban otros grupos y abría la mano a buscar otras alternativas, como que casi todo el tributo fuese destinado a la lucha contra la despoblación.

El PAR, ambicioso, reclama que todo revierta en el territorio: «Vamos a tratar de que el 100% del dinero que se recaude a través de este impuesto revierta de forma directa en el territorio para resolver y compensar las afecciones que con la instalación de los parques de energías renovables puedan producirse».