La crónica del Casademont-Araski: una victoria de resaca (61-53)

El Casademont Zaragoza volvió a la realidad de la Liga Endesa y la resaca de la Copa se tradujo en un partido áspero contra el Araski, de muchos errores e imprecisiones, en el que tuvo que sufrir y sudar hasta el final para quedárselo (61-53) guiado por el control de Mariona, los puntos de Atkinson y el broche de Urdiain, aclamada por el público. Con esta son ya 20 las victorias del equipo que le garantizan el tercer puesto de la fase regular. Tendrá difícil llegar a más. 

Porque en uno de los partidos más esperados de la temporada, el Perfumerías Avenida aprovechó el cansancio del campeón de Copa para ganar de paliza en Valencia (44-61) y dejar la segunda plaza algo más complicada para el Casademont porque tiene el averaje ganado con las salmantinas, que les siguen aventajando en dos victorias, y perdido con el Valencia, que está a una. Es decir, que el Casademont debe ganar dos partidos más que cualquiera de sus rivales en las cuatro jornadas que quedan para adelantarles.

El partido comenzó con el público en pie cuando Vega Gimeno ofreció el trofeo de subcampeonas de Copa y con la grada animando desde el principio. El duelo tuvo ritmo en los primeros minutos pero poco acierto y el Araski se adelantó primero (0-4) hasta que el Casademont le dio la vuelta a la carrera y con el acierto de la segunda unidad, Geldof y Holesinska especialmente. Las aragonesas cerraron el primer parcial ya en ventaja (16-11).

El segundo comenzó con más desacierto que otra cosa en ambos conjuntos, lo que convirtió el encuentro en un correcalles. Al Casademont le sostenía su defensa, ayudada eso sí por el desacierto visitante, porque en ataque se atascó durante varios minutos sin acertar con el aro rival. Pese a todo, el conjunto de Cantero fue amasando su ventaja cual hormiguita, que llegó a los diez puntos (23-13), pero entonces llegó la racha del Araski con un parcial de 0-7 que volvió a apretar las cosas. Al descanso, un respiro para el Casademont (30-23).

Tras el intermedio continuó el desacierto y, aunque de inicio volvieron los diez puntos (33-23), el Araski aprovechó para recortar al máximo la diferencia (33-32) y dejar el duelo en un puño porque no había manera de que el Casademont encontrara la fluidez en su juego. Era cuestión de insistir, persistir y resistir para poder tener premio. A 3.18 para el final del tercer cuarto Leo Fiebich se llevó un duro golpe en la cara y Cantero, una técnica por protestar al preguntar a los árbitros si ahí también habían jugado el balón. La alemana tuvo que irse, ayudada, parecía mareada, a los vestuarios, y ya no volvió a jugar. 

El técnico quería cambiar el partido y consiguió otro criterio arbitral pero no que sus jugadoras tuvieran más acierto, desperdiciando puntos desde todas las distancias. Tanto que el Araski le dio la vuelta (38-39) antes del último parcial. El equipo tiró de rasmia al final, sobre todo una Atkinson mucho más productiva y acertada que anotó siete de sus doce puntos en este periodo. Eso permitió al Casademont mantenerse por delante, no sin mucho sufrimiento, hasta el final. El control de Mariona y un triple de Leyre Urdiain a falta de un minuto dejaron la victoria en casa y otra fiesta más en plena resaca.